¿Qué pasa si el gallinero está siempre húmedo? Riesgos reales para tus aves
Mantener a nuestras gallinas saludables y productivas es una prioridad para cualquier criador, ya sea a pequeña o gran escala. A menudo nos enfocamos en la alimentación, el espacio y la prevención de depredadores, pero hay un factor crucial que a veces se pasa por alto: la humedad en el gallinero. Un ambiente constantemente húmedo no solo es incómodo para las aves, sino que conlleva una serie de riesgos graves para su salud y bienestar.
Exploremos los peligros ocultos de un gallinero húmedo:
1. Pododermatitis (Bumblefoot): El "Pie de Abejorro"
Uno de los problemas más comunes y dolorosos asociados a la humedad es la pododermatitis, comúnmente conocida como "pie de abejorro". Esta afección es una infección bacteriana de la almohadilla plantar del pie de la gallina.
¿Cómo se relaciona con la humedad? La humedad ablanda la piel de las patas, haciéndolas más susceptibles a pequeñas abrasiones o cortes. Si el suelo está húmedo y sucio, las bacterias (especialmente Staphylococcus) pueden ingresar a través de estas lesiones, causando inflamación, abscesos y cojera severa. Las gallinas afectadas pueden negarse a caminar, perder peso y, en casos graves, la infección puede extenderse a las articulaciones y huesos, comprometiendo seriamente su vida.
2. Amoníaco: Un Ataque a las Vías Respiratorias
Cuando la cama del gallinero (viruta, paja, etc.) se satura de humedad debido a excrementos y derrames de agua, el proceso de descomposición de la materia orgánica produce amoníaco. Este gas tiene un olor fuerte y pungente que, aunque desagradable para nosotros, es significativamente más perjudicial para las aves.
Riesgos para las aves:
- Irritación respiratoria: El amoníaco irrita las mucosas de los ojos y las vías respiratorias de las gallinas, causando estornudos, tos, dificultad para respirar y conjuntivitis. 
- Susceptibilidad a enfermedades: La exposición crónica al amoníaco debilita el sistema inmunitario respiratorio de las aves, haciéndolas mucho más vulnerables a enfermedades respiratorias como la bronquitis infecciosa, la micoplasmosis o la coriza aviar. 
- Daño ocular: Las quemaduras por amoníaco pueden provocar úlceras corneales y ceguera. 
3. Moscas y Otros Parásitos: Una Plaga en Crecimiento
Un ambiente húmedo y lleno de materia orgánica en descomposición es el caldo de cultivo perfecto para moscas y otros insectos molestos. Las moscas no solo son una molestia; son vectores de enfermedades y pueden causar estrés significativo a las aves.
Impacto en el gallinero:
- Transmisión de enfermedades: Las moscas pueden transportar bacterias, virus y parásitos de un lugar a otro, contribuyendo a la propagación de enfermedades entre el rebaño. 
- Estrés y picoteo: Un exceso de moscas puede estresar a las gallinas, llevando a comportamientos indeseados como el picoteo de plumas o canibalismo. 
- Control de plagas: Una infestación severa de moscas requiere un mayor esfuerzo y costo en medidas de control. 
4. Estrés Térmico: La Humedad Agrava el Calor
Aunque pueda parecer contradictorio, la alta humedad ambiental exacerba el impacto de las altas temperaturas en las gallinas, aumentando el riesgo de estrés térmico. Las gallinas no sudan como los mamíferos; regulan su temperatura corporal principalmente a través del jadeo (respiración rápida y superficial) y la radiación de calor a través de sus crestas y barbillas.
¿Por qué la humedad es un problema? Cuando el ambiente es muy húmedo, el aire ya está saturado de vapor de agua, lo que dificulta que las gallinas puedan disipar el calor a través de la evaporación de la humedad de sus vías respiratorias al jadear. Esto significa que les resulta mucho más difícil enfriarse, incluso a temperaturas que, con baja humedad, podrían manejar mejor.
Consecuencias del estrés térmico:
- Reducción de la producción: Disminución en la producción de huevos (cantidad y calidad), reducción del tamaño del huevo y cáscaras más delgadas. 
- Menor consumo de alimento: Las gallinas con estrés térmico comen menos, lo que afecta su crecimiento y producción. 
- Mortalidad: En casos extremos, el estrés térmico severo puede llevar a la muerte. 
Conclusión: La Prevención es Clave
Mantener el gallinero seco y bien ventilado es fundamental para la salud y el bienestar de tus aves. Asegúrate de:
- La elección de un lecho correcto: Con un lecho de cáñamo se ataca el problema en su origen: controla la humedad, reduce el polvo y el amoníaco, y mejora la bioseguridad sin aditivos ni antibióticos. 
- Limpiar la cama regularmente: Retira la cama húmeda y sucia y reemplázala con material seco y absorbente. 
- Proveer buena ventilación: Asegura un flujo de aire adecuado para eliminar la humedad y el amoníaco. 
- Evitar derrames de agua: Utiliza bebederos que minimicen los derrames y colócalos estratégicamente. 
- Manejar adecuadamente los excrementos: Retira los excrementos con frecuencia para reducir la producción de amoníaco. 
Un gallinero seco y limpio no es solo una cuestión de higiene; es la base para un rebaño de gallinas feliz, saludable y productivo. ¡Tus aves te lo agradecerán!
Con el lecho de cáñamo conseguirás un gallinero seco, que se traduce en: gallinas sanas, huevos constantes
El resultado se refleja en:
- Menor incidencia de pododermatitis y enfermedades respiratorias. 
- Disminución de bajas en verano por golpe de calor. 
- Producción de huevos más estable (hasta +8 % en ponedoras, según ensayos internos). 
- Menos horas de limpieza y menos volumen de estiércol húmedo que gestionar. 
 
             
  
  
    
    
     
  
  
    
    
    